Victoria Espinoza, Directora de Investigación de CEDETi UC, Coordinadora de Publicación Línea 2: “Inclusión de la Discapacidad”.
Camila Martínez, Investigadora Asociada Línea 2: “Inclusión de la Discapacidad”.
Las Funciones Ejecutivas (FE) son los procesos psicológicos encargados de la planificación y monitoreo de nuestras acciones con el objetivo de cumplir las metas que nos hemos propuesto. Implican el control consciente de nuestros pensamientos, acciones y emociones (Zelazo & Müller, 2011). El concepto de FE abarca diversas habilidades específicas interrelacionadas, tales como: el Control Inhibitorio, la Memoria de Trabajo y la Flexibilidad Cognitiva (Bardikoff & Sabbagh, 2017; Adele Diamond, 2013; Snyder et al., 2015).
El control inhibitorio (CInh) es la capacidad de dirigir conscientemente nuestra atención hacia los estímulos que nos permitirán llevar a cabo una tarea determinada. El control inhibitorio nos permite evitar pensamientos, conductas o emociones que no se adecúan a las exigencias del contexto (Adele Diamond, 2013; Friedman & Miyake, 2004). Se ha denominado Inhibición Cognitiva al control de las emociones, el pensamiento y los afectos; y se denomina Inhibición Conductual al control que ejercemos sobre nuestras acciones (Lampe et al., 2007).
La memoria de trabajo (MT) nos permite operar con representaciones mentales, es decir, de recordar y usar la información de manera simultánea. Se trata de una capacidad limitada, que aumenta con la edad. La memoria de trabajo es fundamental para poder establecer relaciones entre los conocimientos previos con la nueva información (Carriedo et al., 2016), para establecer conexiones que no aparecen de manera evidente y para comprender expresiones de distinto tipo (Diamond, 2012, 2013).
Finalmente, la flexibilidad cognitiva (FC) es la habilidad que nos permite ajustarnos a las exigencias que nos plantea el entorno de manera eficiente (Miller & Cohen, 2001), creando alternativas para resolver los problemas desde distintas perspectivas (Diamond, 2012), cambiando comportamientos dirigidos hacia las metas, el foco atencional o variar estrategias según los estímulos (McGowan et al., 2018).
La flexibilidad cognitiva presenta un importante componente socio-afectivo, en cuanto considera no sólo el planteamiento de estrategias divergentes de solución para los propios problemas, sino que también involucra la comprensión de las estrategias de solución utilizadas por otros. En definitiva, se trata de una función ejecutiva tanto afectiva como cognitiva que se encuentra estrechamente ligada con la creatividad (Diamond, 2014; Santa Cruz & Rosas, 2017).